Gaviota se entera de que Sebastián se reconcilió con Lucía
Hace un tiempo descubrí un restaurante que me llamó la atención, ya que era bastante elegante y perfecto para una celebración, pero los precios eran muy razonables. Desde entonces se ha convertido en uno de nuestros favoritos y vamos siempre que podemos.
La Finca de Susana se encuentra cerca de la Puerta del Sol y más exactamente cerca de la parada de metro de Sevilla, en la calle Arlabán, que corre paralela a la Carrera de San Jerónimo. El restaurante es propiedad de un grupo de filipinos que tuvieron una buena idea y acabaron abriendo diferentes restaurantes de un estilo similar pero con diferentes nombres en ciudades como Madrid y Barcelona.
El local es bastante grande y la decoración te hace pensar que podrías estar en un restaurante de lujo, al menos mientras no analices todo con detenimiento. Por otro lado, utilizan la filosofía neoyorquina de poner las mesas muy juntas para que puedas mirar lo que está tomando tu vecino antes de hacer tu propia elección. Por lo demás, y después de haber echado un buen vistazo, puedes disfrutar de una agradable velada.
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El Hesperia, que lleva marcando la pauta en la capital desde el año 2000, está equipado con todos los lujos más modernos. Reclame el acceso exclusivo al prestigioso club de salud Metropolitan antes de dirigirse a la joya de la corona del hotel: su galardonado restaurante.
Construida en la década de 1880 como casa privada para una familia de artistas, la casa también albergó un teatro y un salón literario en los años 20. Este lujoso hotel madrileño conserva su fachada original del siglo XIX, la entrada empedrada para carruajes y la escalera de piedra
Este hotel de alta tecnología tiene una piscina en la azotea con vistas a toda la ciudad, y también cuenta con un spa de belleza y una planta de tratamientos. El restaurante principal del hotel, Lagrimas Negras, rinde homenaje a los vinos españoles y a la cocina gourmet mediterránea.
Diseñado por uno de los mejores de Madrid, Tomás Alía, el Quo no sólo es céntrico y tiene un precio razonable, sino también muy elegante. La disposición de los asientos en el restaurante del hotel puede incluso hacer que conozca a algunos de los otros huéspedes.
A sólo 5 minutos a pie del Retiro y de las tiendas de lujo de la calle Goya, el Wellington es uno de los mejores de Madrid y tiene el lujo añadido de contar con una gran piscina exterior con patio-jardín y un flamante spa de belleza inaugurado en 2006.
25 de noviembre de 2022
Madrid es un paraíso culinario, que ofrece de todo, desde restaurantes de comida ibérica tradicional, mediterránea moderna y francesa clásica, comida italiana, japonesa, y también vendedores ambulantes y puestos de mercado que venden de todo, desde jamones locales hasta maafes africanos. Una cena elegante de tres platos puede resultar bastante cara en Madrid, así que la mejor manera de probar algunos de los mejores restaurantes por una fracción del coste es estar atento al “menú del día”. La mayoría de los menús del día oscilan entre 10 y 15 euros, e incluyen vino y postre. Aquí tiene algunos de los mejores de Madrid:
Si te gustan los ambientes elegantes y los diseños modernos sin un precio elevado, Ginger es un lugar estupendo para comer. La decoración es impresionantemente elegante y el personal te hará sentir como en casa. El menú de tres platos para el almuerzo seguro que le satisfará; por 10 euros podrá elegir entre un nuevo menú diario de platos españoles e internacionales. Incluye un entrante, un plato principal, un postre, abundante pan crujiente recién horneado y un vino o una cerveza. Las raciones son realmente generosas, al igual que el vino, que viene en una jarra de 400 ml por persona. (Plaza del Ángel, 12)
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En los últimos 12 años he comido en MUCHOS restaurantes de Madrid. Con el paso del tiempo, como con todo, me encuentro con que voy a algunos restaurantes más a menudo que a otros, sin dejar de probar nuevos lugares y comidas. ¡Siempre hay que ser un aventurero!
PARA LA CENA: Es difícil encontrar valores para la cena si se busca una comida grande. Los precios suelen ser entre un 25 y un 50% más caros que los de la hora de la comida, aunque a veces los precios y las raciones son los mismos independientemente de la comida. Se puede encontrar valor simplemente comiendo “raciones” (pequeñas porciones) si están disponibles. O bien, para obtener más valor, uno puede simplemente tomar tapas. Es habitual que las parejas o los grupos pequeños pidan varias raciones o tapas y las compartan para la cena, dividiendo luego la cuenta de forma equitativa entre el grupo (si se trata de españoles), sin importar si se ha comido mucho o poco.
Las cenas en la terraza/al aire libre, aunque son más encantadoras, son casi siempre más caras. Busque el precio de “ajuste” en el menú indicando algo así como “Precios de la terraza 10% más” u otro precio en conjunto.